El mármol no es meramente una roca. Es una oda al transcurso del tiempo; una historia que se cuenta a través de sus vetas con inclusiones fluidas, asombrosas tonalidades de fondo y cautivantes gradientes de color. Su belleza es sutil y, a la vez, “sin tiempo”. El mármol ocupa un lugar especial en la historia del arte y la cultura. El mármol de Miguel Ángel y Donatello, su textura suave, impecable terminación y calidad superior le han asegurado un lugar en el Olimpo de los grandes medios artísticos.

La piedra que adorna la Basílica de San Pedro del Vaticano y el Arco de Mármol de Londres puede encontrarse en hoteles de lujo y suntuosas residencias, usarse en pisos y escaleras, y también en superficies de cocinas, cuartos de baño y otros espacios. Siglos de trabajo en las minas a cielo abierto han dado origen a un paisaje distintivo. A la distancia, las canteras de piedra parecen cubiertas de nieve, incluso en verano. Hay cientos de canteras activas y muchos más yacimientos de mármol abandonados dispersos por las cadenas montañosas, testimoniodel indeleble impacto de la mano del hombre en la naturaleza. El paisaje hostil no es lo que primero que viene a la mente cuando se admira el mármol. Los muchos hombres que lo extraen forman parte tan esencial de su legado como los artistas que lo han esculpido y los arquitectos que lo han utilizado para erigir monumentos.

Es por ello que, con inmenso placer y entusiasmo, Anatolia ha adquirido una serie de cuatro obras del fotógrafo alemán Tom Hegen que reflejan ese legado. Hegen, artista mundialmente reconocido por sus cautivantes fotografías aéreas, explora en su arte los lugares donde se pueden percibir el límite y la sutil relación entre el hombre y la naturaleza. Recurriendo a menudo a perspectivas intensas y abstractas, procura en sus fotografías plasmar la verdadera esencia de nuestra relación con el planeta, para hacer más tangible nuestra huella y nuestro impacto en este. “La serie de mármol” nació en 2016 durante un maravilloso recorrido. Las cuatro fotografías capturan el paisaje tallado por el hombre, trazando contornos esculpidos con absoluta precisión. La belleza existe tanto en lo natural como en lo hecho por la mano del hombre.

Tom Hegen es un fotógrafo alemán reconocido mundialmente por sus cautivantes fotografías aéreas. En sus fotografías, explora lugares donde se pueden percibir el límite y la sutil relación entre el hombre y la naturaleza. Recurriendo a menudo a perspectivas intensas y abstractas, procura en su obra plasmar la verdadera esencia de nuestra relación con el planeta Tierra. Ha realizado exposiciones individuales y colectivas en todo el mundo. Su obra ha merecido algunas de las más prestigiosas distinciones al talento creativo, tales como el Premio de diseño Red Dot, el Premio internacional de fotografía, el Premio Leica Oskar Barnack y el Premio al diseño alemán, entre muchas otras.